martes, 12 de marzo de 2013

Una de cal y una de arena



Me encuentro en la semana de recuperación, si esa semana, la semana.

La semana en la que vas al panel sin ninguna presión.


Las series de conti que me tocan son muy cortas.


Parece que cuando las acabo no he hecho nada, pero de eso se trata, recuperar.


Así que, mientras hacia mis series, reía y hacía chistes con Ibon, Logan, Alejandro...


Pero allí había un chico que nunca ví antes, Samuel.


Y os preguntareís que por qué os cuento esto, bien, pues por que aprendí muchas cosas ayer.


Samuel es de Puerto Rico (EEUU), está haciendo el camino de santiago, conoció a Ibon y se vino al panel.


Hablar con él fue muy gratificante, contaba sus viajes en solitario y como vivía él la escalada.


Nadie conocía mi zona de escalada hasta que Chris Sharma fue a escalar allí decia.


Con esto os quiero transmitir una idea un pensamiento.


Entrenar no sólo es apretar y sudar, no, entrenar es aprender, es mirar a tu colega y decirle  

¡vamos!.

Entrenar es hablar con Samuel y descubrir que le llaman Mito, de Samuelito.


Entrenar es acabar tu sesión y quedarte en el banco charlando con el resto.


De esos se trata, de crecer en todos los aspectos.


Eso pasa en un panel, escondido en un local en la fria localidad de Burgos.


Vosotros que me leéis sabéis tan bien o mejor que yo, cual es el ambiente que se respira en una escuela de escalada, en una zona de boulder.


No salgas a escalar un grado, simplemente sal a escalar.


Saludos a todos.  




  

domingo, 10 de marzo de 2013

Veinticuatro minutos...



Veinticuatro minutos son el total de oxígeno que tomé.

Veinticuatro minutos mis amigos.

Veinticuatro minutos durante los cuales te planteas si seguir, si colgarte en el panel para realizar la siguiente serie.

Para muchos de los que me leéis, mis series de continuidad serán, probablemente mero calentamiento,
para mi suponen sudor y esfuerzo.

Esta semana se trataba de cruzar mis límites, de exponer a mi cuerpo y mente a un esfuerzo que no había sentido antes.

Hace tres semanas, no hubiera imaginado, ni por asomo, que sería capaz de aguantar series de cincuenta movimientos.

Me caía.

Mis antebrazos no soportaban la carga en las últimas series, pero yo furioso a la vez que calmado, cogía aire y volvía al panel hasta completar la serie.

¿Por qué pasarlo así de mal?

¿Por qué soportar dolor?

Habrá quien se haga estas preguntas, pero, yo tengo la respuesta.

Busca tu límite, te encontraras a tí mismo mirándote de frente.

Tendrás que convencerte de que, lo que ayer creías imposible hoy se puede hacer.

Para mi ha sido una semana dura.

Salir de trabajar, comer, y al panel.




No voy pensando en que voy a sufrir, al final y muchos de los que me leéis estaréis conmigo, me gusta sentir mis antebrazos quemados, por que sé que lo he dado todo.

Me gusta caerme del panel exhausto si la recompensa es la sonrisa que me sale cuando acabo.

Y lo más importante de todo.

Siento que si sigo constante puedo seguir mejorando como lo estoy haciendo.

Mañana toca panel, esta semana es de recuperación.

Igual me hago unos bloques con Kike y Galván, mientras animo a Alejandro y a Chiqui con los inicios de su conti, quizá pruebe algún bloque creado por Ibón, de esos que preguntas: Pero.... ¿pies obligados?

Veinticuatro minutos con mi respiración.

Veinticuatro minutos conmigo mismo.

Veinticuatro minutos escribiendo para que tú, que me lees conozcas un poco más lo que significa para mi escalar.

Cornelius, prepárate, que este verano no te escapas.